Las Blockchains van a gobernar el mundo, proporcionando un mecanismo para escalar la cooperación social y económica a un nivel sin precedentes – una escala verdaderamente global. Esta cooperación implicará no sólo a seres humanos, grupos y asociaciones, sino también a una multitud creciente de agentes artificiales cada vez más independientes.
Cada cadena de bloques crea una red social en torno a sus aplicaciones, con un valor de red que crece exponencialmente con el número de participantes según la Ley de Reed. Este valor no es extraído por intermediarios o controladores, como en los modelos centralizados anteriores. En cambio, se comparte entre los participantes, proporcionando incentivos económicos para la cooperación sin coerción.
No todas las cadenas de bloques son creadas de igual forma. Hay tres características clave que hacen posible la cooperación escalable en una Blockchain: apertura, neutralidad e inmutabilidad.
La apertura es necesaria.
No hace falta decir que las reglas del juego deben estar abiertas para que cualquiera las pueda ver y comprender. Cualquiera debería poder participar en cualquier capa del sistema sin pedir permiso alguno. Cualquiera debería poder utilizar la red de conformidad con sus normas. Cualquiera debería ser capaz de crear su propio cliente implementando el protocolo abierto. Cualquiera debería ser capaz de contribuir a la seguridad de la red, y así sucesivamente. Ninguna inscripción, identificación u otras condiciones previas deberían limitar la participación. Todas estas limitaciones impiden que la red sea escalable y su cumplimiento obligado crea riesgos de centralización.
La neutralidad es necesaria.
Es importante que cualquier persona que participe en la cooperación en la Blockchain esté en igualdad con todos los demás. No importa si tienes un gran poder económico o sólo una pequeña cantidad. No importa si eres una santa Madre Teresa de Calcuta o un traficante de drogas. No importa si eres humano o una nevera. No importa en lo que creas, a qué teoría política estés afiliado, o si eres una persona moral o inmoral. La etnia, edad, sexo, profesión, posición social, amistades o afiliaciones, marca o modelo, metas, propósitos o intenciones de un participante – nada de esto le importa a una Blockchain. Ni siquiera un poco. Las reglas del juego son exactamente las mismas para todos, sin más. Sin neutralidad, el sistema se inclina hacia un conjunto de participantes a expensas de otros. En ese caso, es menos probable que gane aceptación universal y maximice el valor de la red para todos.
La inmutabilidad es necesaria.
La Blockchain es una ‘máquina de la verdad’ que preserva una versión universalmente aceptada de la historia, una secuencia inmutable de acontecimientos. Lo que es cierto una vez siempre es cierto, independientemente de los intereses políticos o empresariales, y ninguna conspiración puede cambiar eso. Si simplemente no es posible cambiar la historia, entonces no se desperdician recursos en el esfuerzo. Si hay alguna laguna, entonces los grupos de interés suficientemente motivados y determinados los explotarán a expensas de otros, disminuyendo el valor de la red para todos.
Se conocen de antemano las normas que rigen la red de la cadena de bloques. Son exactamente iguales para todos y no están sujetas a cambios excepto con un consenso del 100%. Sí, debe ser al 100%. Porque cualquier cambio en las reglas del sistema que no todos los participantes acuerden libremente crear una división de red, disminuyendo el valor de la red para todos.
Es imposible lograr estas características de la cadena de bloques sin que el sistema esté verdaderamente descentralizado. Si cualquier aspecto del sistema de la Bloackchain se somete a control centralizado, esto introduce un vector de ataque que permite la violación de una o más de las características clave de la Blockchain.
Podría ser posible limitar la participación (por ejemplo, haciendo cumplir las normas ALD/CSC), violando así la apertura. Puede ser posible imponer políticas discriminatorias (tales como filtrar las transacciones “ilegales”), violando así la neutralidad. Puede ser posible reescribir la historia de los acontecimientos (tales como confiscar o “redistribuir” fondos), violando así la inmutabilidad.
La introducción de puntos de control centralizados crea una condición previa para la introducción de “intermediarios o controladores de la cadena de bloques” que pueden desviar el valor del sistema a expensas de otros participantes.
Por lo tanto, la descentralización es la característica más importante de los sistemas de cadena de bloques, de la que depende todo lo demás. Con la descentralización, las Blockchains llegarán a gobernar el mundo. Sin ella, se “contendrán” y se convertirán en aplicaciones de nicho.
Los descentralizadores nos comprometemos a mantener las cadenas de bloques abiertas, neutrales e inmutables. Estamos comprometidos a mantener descentralizados los sistemas de la Blockchain. Esto informa todas nuestras acciones y posiciones hacia cualquier desarrollo en el mundo criptográfico y más allá. Todos los intentos de violar cualquiera de las características clave de la cadena de bloques deben ser combatidos. Todos los cambios en las reglas de una cadena de bloques que introducen nuevos riesgos de centralización o refuerzan las existentes deben ser combatidos.
Sólo los desarrollos claramente beneficiosos para la descentralización o que fortalezcan las tres características clave de una Blockchain. La revolución de la cadena de bloques no será centralizada. Asegurémonos de ello.
¡Adelante!